El trabajo social sanitario en la atención primaria de salud: enfocar para reenfocar
Responsable del Área de Trabajo Social
Gerencia Territorial de Barcelona del Instituto Catalán de la Salud
La pandemia de la COVID-19 ha obligado a una readaptación exprés por parte de todos los profesionales sanitarios ante las nuevas necesidades de la población y, de una manera especial, a las trabajadoras sociales sanitarias (TSS).
En un primer momento fue necesario pensar en nuevas respuestas a las necesidades de la población por parte de las TSS, y poner la mirada en aquellas situaciones urgentes, dejando en un segundo plano aquellas demandas demorables.
Esta situación comportó, durante la primera semana, la necesidad de realizar planes de contingencia parareestructurar la organización, adaptando las funciones de las TSS, con cambios de horarios voluntarios para darcobertura total de turnos de trabajo y equipos de atención primaria (EAP), incluidos los fines de semana, y poder dar respuesta a las necesidades de otros servicios sanitarios, instituciones o administraciones públicas.
La declaración del estado de alarma en todo el país y las indicaciones de confinamiento de la población comportó la necesidad de evitar toda visita presencial en los centros de atención primaria que no fuera de urgencia, evitando así el riesgo de contagio de los pacientes y también de los profesionales. Esta atención se vio sustituida por la potenciación del seguimiento telefónico y telemático de los pacientes.
La necesidad de proteger a los profesionales sanitarios, se vio especialmente indicada en el caso de las TSS ya que en muchos casos sólo hay una por equipo, y se les facilitó la activación del teletrabajo. Una nueva y desconocida forma de trabajo para ellas, pero que ha sido muy bien valorada.
La COVID-19 ha comportado una serie de nuevas necesidades por parte de la población debidas en gran parte a la necesidad de confinamiento y de aislamiento en los casos positivos o sospechosos. Estas nuevas necesidades provocaron un enfoque de las tareas diarias que se centró en dos perfiles de pacientes y dos formas de intervención diferente:
- Las personas o familias afectadas por la COVID-19
Se activó un sistema de cribado de alta efectividad, creado por el Comité Operativo de Emergencia de Barcelona, formado por TSS y liderado por el Consorcio Sanitario de Barcelona. A partir de las detecciones directas o de los otros profesionales de los EAP y con la valoración social de la TSS, se facilitó el confinamiento adecuado a los hoteles salud planificados por el comité.
La intervención social en salud también permitió detectar situaciones que podían alterar el confinamiento seguro, como la falta de alimentos y/o de fármacos, necesidad de apoyo para el paseo de mascotas, gestión de los residuos y entrega de material de protección para los enfermos y familiares, que se pudieron gestionar gracias a una colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona y de la Cruz Roja.
No podemos olvidar la gran tarea de contención y apoyo emocional que han hecho las TSS en diferentes situaciones: enfermedad, familiares ingresados sin posibilidad de visitarlo, situaciones de duelo, asesoramiento social y apoyo en la educación sanitaria, etc.
- Personas con alta carga de comorbilidad i/o situaciones sociales de vulnerabilidad (personas mayores solas, pacientes crónicos complejos, pacientes con enfermedad crónica avanzada, niños con dependencia y/o discapacidad, etc.)
La proactividad fue la base del trabajo para la intervención con esta población. La obtención de listados mediante la historia clínica facilitó hacer llamadas de seguimiento para valorar la situación de cada uno de ellos y adelantarnos a las necesidades psicosociales en el contexto de crisis.
La nueva situación vivida ha comportado una reflexión sobre la necesidad de reenfocar la mirada de la TSS para afrontar una “nueva realidad” con un nuevo encuadre que se puede describir en los siguientes 4 puntos:
- La atención no presencial es viable y ha venido para quedarse. Y también es viable hacerlo en forma de teletrabajo algún día a la semana, sin perder el contacto con los otros miembros del equipo, y cuidando que la profesional desconecte de su trabajo, hecho que la accesibilidad de las TIC no siempre facilita.
- Es indispensable un cribado de las visitas para enfocar la especificidad de la TSS, con una programación por motivos o con un triaje telefónico previo para valorar posteriormente la necesidad de una visita presencial o domiciliaria.
- La realización de reuniones telemáticas nos ha acercado mejorando la eficiencia de las mismas. La realización de reuniones diarias con las referentes de TSS de los servicios de atención primaria, ha acercado la realidad diaria de las profesionales y ha permitido enderezar algunos aspectos.
- La intervención proactiva dirigida a grupos vulnerables con una carga de comorbilidad mayor o que presentan patologías crónicas es indispensable en este momento post-COVID.