De “destrozar” el sistema sanitario a actuar para modernizarlo
La Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria (SCGS), adscrita a la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y Baleares, ha elaborado un manifiesto para posicionarse sobre las filtraciones que se han hecho públicas de las conversaciones entre el ministro del Interior y el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, en las cuales el segundo aducía haber “destrozado” el sistema sanitario catalán.
- El sistema sanitario catalán no está en absoluto destrozado. Ha superado con solvencia una crisis económica que pocos expertos habrían pronosticado que fuera capaz de soportar. Este hecho ha sido posible gracias a muchos agentes del sistema, como profesionales de la salud, pero también gestores sanitarios y gestores clínicos, que han tenido que gestionar para minimizar los efectos de los recortes.
- Hay que depurar responsabilidades de quienes buscan lesionar el sistema de salud. Estas filtraciones demuestran que existe una clara voluntad de lesionar el sistema y a sus responsables políticos, sin tener la más mínima contemplación hacia el daño que se puede derivar sobre los profesionales, las instituciones y especialmente los pacientes.
- El sector de la salud es la primera preocupación de los ciudadanos. La salud es el tema que más preocupa a los catalanes, por delante de la educación o la vivienda. El sector salud en Cataluña cerca de 9.500 millones de euros, el 38% del gasto público. Por ello, es esencial gestionar el sistema sanitario público de forma profesional, transparente y rindiendo cuentas con la sociedad.
- El modelo sanitario catalán es un ejemplo internacional por la universalidad, equidad de acceso y los buenos resultados en salud y su eficiencia. Cuenta con una buena arquitectura, por la existencia de una cobertura universal y de una red integrada en el territorio que va desde de la atención primaria y comunitaria a la atención especializada de agudos, socio sanitaria y de salud mental. Tiene también una excelente red de profesionales de la salud, con una buena formación. La organización del sistema sanitario catalán, que tiene unas características específicas y que ha puesto en práctica tendencias innovadoras en gestión pública, está basado en tres pilares:
El Departamento de Salud, que marca les políticas de salud de acuerdo con los planes de salud y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y el Servicio Catalán de la Salud, que tiene la función de garantizar la atención sanitaria a los ciudadanos y que se lleve a cabo contratando servicios asistenciales.
Una red de centros de diversas titularidades, fruto de iniciativas, muchas centenarias, impulsadas desde la sociedad civil catalana.Un modelo único de compra de servicios por parte del Servicio Catalán de la Salud a los distintos centros, con vocación de transparencia y equidad, que se ha ido construyendo a base del consenso entre la autoridad y las organizaciones sanitarias, independientemente de su titularidad.
- La profesionalización de la gestión debe ser el pilar fundamental para el sistema de salud. Una gestión adecuada tiene un impacto directo en buenos resultados, respecto a la eficiencia, calidad, satisfacción del servicio por parte del ciudadano y también de clima laboral. Las entidades deben tener autonomía de gestión y dotarse de equipos directivos con niveles óptimos de formación, conocimientos, aptitudes y experiencia, bases sobre las que se deben fijar los criterios de selección. Los órganos de gobierno de las instituciones deben ser las responsables de su selección y evaluación, en función de los objetivos fijados.
- En los últimos años se han producido varias actuaciones y se han levantado voces que ponen en cuestión y desacreditan el modelo. Coincidiendo con el inicio de la crisis económica y el rechazo ante la reducción del gasto sanitario público se han multiplicado las críticas sobre el modelo sanitario catalán, alegando una supuesta privatización y corrupción del sistema. En el primer caso se ha intentado transmitir que sólo tiene carácter de centro público el que tiene una gestión administrativa directa y con personal funcionario. En el segundo caso, decenas de instituciones y profesionales han visto atacada su profesionalidad y reputación y se ha forzado a órganos de gobierno a extremar las actuaciones defensivas, mientras se burocratizaban de forma desmedida los procedimientos.
- Hay que decidir si se quiere estar con los que han querido destrozar el sistema de salud o bien actuar para reforzarlo y modernizarlo. Las recientes filtraciones pueden ser, pese a la gravedad, un punto de inflexión para ayudar a reforzar el sistema sanitario y garantizar que siga siendo uno de los pilares del Estado del Bienestar, independientemente de ideologías políticas. Los responsables de estas actuaciones indignas y también quienes se han aprovechado en beneficio propio deben ser apartados para que los que trabajamos dentro del sistema de salud nos sintamos orgullosos de contribuir a mantenerlo para las futuras generaciones.
- Apostamos por impulsar una iniciativa de modernización y de defensa del modelo sanitario catalán por parte de la sociedad civil catalana. En los últimos años la voz pública predominante ha sido la de sectores que cuestionan la pervivencia del modelo sanitario catalán, lo que ha generado alarma social y una percepción que el sistema estaba en peligro. Ahora hay que iniciar un proyecto de trabajo conjunto con la participación de la sociedad civil a través de entidades, asociaciones, colegios profesionales y centros académicos, que siga defendiendo el modelo sanitario, pero que a la vez contribuya a impulsar su mejora y permanente actualización.
Hacer clic aquí para acceder al manifiesto.
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